Iba a poner un trocito del poema de Benedetti "Cómo hacerte saber..." para ilustrar lo que quiero decir aquí. Como siempre, no he sido capaz de coger sólo unos versos así que he puesto el poema completo ahí abajo (es difícil recortar la genialidad)
Tanto en mi vida profesional como en la personal me doy cuenta de la dificultad que tenemos los humanos para mostrarnos vulnerables. Por eso nos cubrimos de capas, de armaduras. De mentiras, ira y orgullo, de crítica, de soberbia, de secretos... para que nadie pueda acceder a nuestra alma sensible, porque creemos que así no podrán hacernos daño. Por supuesto que todo esto tiene efectos nocivos sobre nosotr@s: perdemos la noción de "quienes somos realmente", alejamos a las personas, se escapan oportunidades... ¿Por qué nos cuesta tanto decir lo bueno que l@s demás tienen? ¿Por qué no escuchamos más a menudo "Te Quiero"? ¿Hace cuánto que no lo dices? Parece ser que es una pérdida de orgullo expresar lo que sientes. Y no hay que olvidar que las emociones son lo increíble de estar viv@. Según la psicología budista la Valentía no se demuestra con ambición o agresividad. El corazón valiente es aquel que no teme abrirse al mundo. Aquel que ofendido, dolorido, miedoso o roto decide no cerrarse sino enfrentar lo que venga con dignidad y dejar que el corazón responda.
Lectura recomendada: "La sabiduría del corazón" de Jack Kornfield (La liebre de Marzo)
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