Sonríe para ser más feliz
Que las emociones generan actividad corporal está claro: cuando tenemos miedo temblamos, el asco produce arcadas, o la vergüenza rubor facial. Pero, ¿sabías que es un camino de ida y vuelta? Es decir, que ciertas reacciones corporales pueden provocar emociones. ¿Quién no se ha sentido intranquila después de un escalofrío? ¿O alerta tras una taquicardia? Esto se produce porque al ser seres pensantes, nuestro cerebro intenta razonar qué está pasando en nuestro cuerpo, busca una explicación.
De la misma forma, al usar los músculos que intervienen en la sonrisa, en nuestro cerebro se activan las estructuras encargadas de iniciar una emoción y del control emocional, o eso descubrieron Jingjing Chan y su equipo, en un experimento que realizaron en 2014. Chan descubrió que sólo por el hecho de imitar una sonrisa, el sujeto no sólo se siente a nivel cerebral más feliz, sino que tiene mayor disposición a reconocer la felicidad en otras caras.
Por lo tanto, no es que forzar una sonrisa nos haga ser felices, pero según la neuropsicología, ayuda.
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