ME ABURROOOOO


Nos aburrimos en el trabajo (o en la vida) cuando percibimos que nuestra habilidad es demasiado alta respecto al nivel de desafío ante el que nos encontramos. Por eso mucha gente se siente desmotivada ante un trabajo repetitivo o demasiado fácil. Tampoco es recomendable que la dificultad de la tarea sea excesivamente elevada ya que puede provocarnos ansiedad (que no es otra cosa que percibir que las circunstancias nos sobrepasan). ¿Solución? Buscar un punto de equilibrio entre nuestras habilidades y la dificultad de la tarea para que se produzca el estado de flujo o disfrute. Este concepto lo tienen bien asimilado las personas que dirigen eficazmente grandes equipos de trabajo. Es mejor tener motivado al personal ya que realizarán mejor la tarea. En cambio, no se lleva a la práctica demasiado en la educación formal. En la mayoría de los casos el alumnado se encuentra ante tareas repetitivas y sin ningún desafío intelectual. Es complicado, pero consiste, desde  casa, en desafiarl@s para que se mantengan en un punto de activación y no caigan en el aburrimiento.

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