Reversible


Las decisiones que tomamos son reversibles.


A veces cuesta tomar decisiones porque creemos que ya nunca podremos echar marcha atrás y que toda la vida dependerá de lo que hagamos en ese preciso momento. Lo cierto es que, aunque si es verdad que hay decisiones que influyen más que otras, por norma general, solemos dramatizar las consecuencias. Decidir siempre da vértigo pero llega a paralizar si creemos que lo que hagamos determinará de manera permanente nuestra vida.


Decidir sin miedo


1) No hagas que lo óptimo sea contrario de lo bueno. No intentes buscar la solución óptima, perfecta, a tu problema. No existe. Intentar prever las consecuencias es una habilidad importante para no hacer las cosas sin ton ni son, pero es imposible controlar todas las variables.
Decide según tus valores personales, de buena fe, así no te arrepentirás si las cosas no salen como querías.


2) Todo en la vida es reversible. Siempre se puede volver, siempre se puede cerrar. En la treintena,
edad en la que me encuentro, parece que toda decisión que tomes será determinante. Escoger entre un trabajo u otro, por ejemplo, se convierte en un estresor brutal. Aligerar carga es indispensable... hay que ser capaz de ver la situación con perspectiva y ser consciente que volver al punto de partida no es un fracaso, es una nueva búsqueda con algo aprendido.


3) Una opción incorrecta no te hacer ser una persona fracasada. En ocasiones creemos que somos lo que hacemos. Cuánta gente es infeliz por permanecer en un lugar o en un trabajo por no ser capaz de decir que se equivocó... No acertar, que las circunstancias no sean lo que hubieses deseado, sin dejar de ser una putada, no es el fin. Aceptar que no lo quieres, entender por qué no te gusta para no repetir patrones y buscar soluciones a tu situación, no es, de modo alguno, fracasar.

Cuando escogemos un trabajo, nos mudamos de casa o empezamos una relación dejamos otras opciones en el camino. Si sale mal, nos da la sensación de que hemos perdido el tiempo, la energía, los recursos... y quizá es un poco así, pero permanecer en una situación que nos hace infelices por miedo sí que es un fracaso. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario