Un mal día



La felicidad (o su búsqueda) no es perpetua ni constante, es absurdo pensar lo contrario. Hay acontecimientos que escapan a nuestro control y nos hacen sentirnos tristes. Es normal. Es la vida (la puta vida, en ocasiones)
En una sociedad que nos apremia por estar siempre "top", tenemos que tener la suficiente inteligencia para permitirnos los días malos, entendiendo que sólo es eso: un mal día.

Un mal día ¿qué hago?

1.- Permítete sentir tristeza. Rebelarnos contra lo que sentimos es contraproducente. Si nos enfadamos ante la tristeza, además de estar tristes, estaremos enfadas. No pierdas energía en las preguntas de ¿por qué ahora?, ¿por qué a mí?, ¿qué es lo que me pasa?. Estar triste es lícito.


2.- Cuídate. Haz algo que te guste o necesites. Si es sofá y manta, sofá y manta. Sé capaz de escucharte y perdonarte.

3.- No tomes decisiones. La tristeza tiene la oscura manía de no hacernos pensar con claridad. Si el pozo es profundo, vamos a distorsionar la realidad, así que lo mejor es no tomar decisiones importantes en momentos muy bajos. Espera a encontrarte mejor de ánimo para cambiar las cosas.

4.- Entiende que ésto también pasará. Me gusta pensar en los días malos como caídas en lugar de recaídas. Un mal momento no tiene por qué convertirse en una racha, ni mucho menos en el resto de tu vida. Imagínate cuando todo pase. Piensa en las cosas que harás y que disfrutarás. Quítate de la cabeza que vas a sentirte así para siempre.

5.- Intenta medir qué nivel de importancia tiene realmente. El ser humano se ahoga en un vaso de agua por eso es importante colocar lo que nos haya pasado en un punto del continuo entre una ligera molestia a la mayor tragedia que te puedas imaginar. Imagina que se te rompe una pierna que te impide hacer el viaje que tenías planeado con tus amigas. Te hace sentirte triste, normal. Pero mira con perspectiva:
¿Es algo realmente doloroso?
¿Es una tragedia?
¿Es lo peor que podría pasarme en la vida?
Quizá de 1 a 10 lo pondrías en un 3... eso no significa que no tengas derecho a estar triste ¡faltaría más!, sólo que seas capaz de saber y ser sincera contigo mismo sobre por qué lo estás. 

Malas rachas tenemos todos, lo que pretende la psicología positiva es que no se convierta en una mala vida. Cuantas más herramientas tengamos, más reforzadas saldremos de según que circunstancias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario