La dificultad de ser optimista




Es más fácil ser pesimista que optimista debido a que es cómodo, previsible y pasivo. En cambio tener una actitud optimista sobre la vida implica prestar atención a nuestros pensamientos, a los hechos, cambiar si algo no nos gusta, "buscar nuestra propia suerte", arreglar los problemas que tenemos, perseverar en lo que queremos... El pensamiento (como todo) es un hábito aprendido. Cambiarlo es una cantidad ingente de trabajo que sólo algunos quieren hacer, pero qué suerte si eres capaz de hacerlo, porque sin duda tú serás quien realmente se beneficie.

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