El Secreto (o el Efecto Pigmalión)


El experimento

Un instituto de EEUU propone a su alumnado (más de 300) una prueba de inteligencia al comenzar el curso. Las puntuaciones  obtenidas corresponden a los niveles normalizados (nadie destaca demasiado) pero desde dirección se escoge al azar a un grupo al que se le realiza una informe falso sobre su supuesta alta capacidad. Este informe falso es entregado al profesorado.
Al finalizar el curso, se realiza otro test estandarizado de inteligencia a todo el instituto. Es precisamente el grupo sobre el que se realizó el informe falso el que obtiene las mejores puntuaciones, muy por encima del resto, pero, ¿por qué?

El Efecto Pigmalión

Si una situación es definida como real, 
esa situación tiene efectos reales.
Robert Merton

El profesorado que recibió el informe falseado trató inconscientemente de forma distinta a ese grupo. Al pensar que tenían altas capacidades, achacaban los fallos a la metodología, les animaban más, las actitudes eran más cordiales y un largo etcétera. Al final, esas mejoras conductuales influyeron en el alumnado hasta el punto de generarse una profecía autocumplida: me tratan como si fuera inteligente, creo que soy inteligente, me comporto de manera inteligente.
Efecto Pigmalión 
Este efecto tiene grandes repercusiones educativas, sociales, laborales y personales ampliamente estudiadas. En la infancia (sobre todo pero nos sigue afectando durante toda la vida) la forma que tiene nuestro alrededor para comunicarse contigo, qué te dicen y qué te demuestran que piensan sobre ti, afectará positiva o negativamente a la autoimagen que crearás. Haz que tu criatura sienta que es feliz, y será feliz. Y también lo contrario.

¿El Secreto?

El best-seller El Secreto no es más que un libro de profecía autocumplida inteligentemente adornada.
A grandes rasgos consiste en pedir al Universo algo que deseas. Según El Secreto, el Universo conspirará para que lo consigas, pero en realidad no eres más que tú generando inconscientemente conductas que te acercan al objetivo y focalizando la atención en lo que vas consiguiendo, de manera que se van potenciando la realización de conductas útiles. Así dicho, es más rollo, claro. De ahí que triunfase el libro.
La profecía autocumplida, el Efecto Pigmalión, no se debe a la magia, ni a Dios, ni al Universo... es un intrincado proceso no-consciente basado en creencias y cómo éstas pueden cambiar la realidad. 
Si quieres algo, más que desearlo, creételo, seguro que así lo consigues.

1 comentario:

  1. El secreto y el efecto pigmalion, yo diría que es igual. La única diferencia es que efecto pigmalion necesita un segundo o un tercero que tu cepas que se alegre de lo que tu quieres hacer, asi el universo conspirar tu favor

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