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¿Tiene mi hij@ altas capacidades?


Atrás quedó la visión estática que se tenía de la inteligencia. Ya no es definida por un número arrojado por un test. En estos momentos la inteligencia es considerada más bien como un conglomerado de factores y no solo responde a la ecuación: inteligencia= talento académico.
El modelo de los tres anillos de Renzulli dice que la superdotación es debida a tres factores: capacidad general por encima de la media, implicación en la tarea y creatividad.  L@s niñ@s con altas capacidades son aquell@s que poseen, o son capaces de desarrollar, este conjunto de rasgos y aplicarlos a cualquier área potencialmente valiosa de realización humana.

  • Capacidad intelectual superior a la media:
    • Altos niveles de pensamiento abstracto, razonamiento verbal y numérico, relaciones espaciales, memoria y fluidez verbal.
    • Aprendizaje rápido y una gran capacidad para retener y utilizar conocimientos adquiridos.
    • Comprensión y manejo de ideas abstractas antes de la edad.
    • Gran destreza en la resolución de problemas. Uso de múltiples estrategias para encontrar la solución.
    • Capacidad de integrar las experiencias para dar respuestas adecuadas y adaptarse a las nuevas situaciones.
    • Rendimiento escolar muy bueno, a no ser que existan problemas importantes de motivación
    • Suele haber logros excepcionales en algún área

  • Creatividad. Renzulli entiende la creatividad como originalidad de pensamiento, como la capacidad de ir más allá de lo conocido, de generar ideas nuevas y soluciones diferentes a problemas conocidos. Y considera que la mejor forma de evaluarla es a través de las producciones del alumno. Se manifiesta en:
    • Originalidad de ideas y de actividades (dibujos, juegos, experimentos, etc.).
    • Aptitud receptiva frente a lo nuevo y diferente.
    • Gran fluidez, flexibilidad y originalidad de pensamiento.
    • Habilidad para dejar a un lado las convenciones y procedimientos establecidos y seguir nuevas vías.
    • Capacidad para dar múltiples soluciones a un problema
  • Motivación o compromiso con la tarea. El alumnado con superdotación es capaz  de dedicar una gran cantidad de tiempo y energía en la realización de actividades específicas. Esto a veces no se detecta en el aula, porque a veces las tareas escolares les aburren. Pero cuando el tema les interesa pueden estar horas enteras. Si las tareas que se les plantean son rutinarias, exentas de reto intelectual y poco relacionadas con sus intereses, será difícil detectar este punto. Se caracteriza por:
    • Interés profundo y apasionado por un área de conocimiento, dedicando todo su esfuerzo a obtener información sobre ella. Estos alumnos hacen preguntas relevantes y no se conforman con cualquier respuesta
    • Perseverancia en tareas de su interés, con gran concentración en el trabajo.
    • Perfeccionismo, actitud crítica tanto con ellos mismos como con los demás.
    • Confianza en sí mismos y en la habilidad propia

Altas Capacidades: la asignatura pendiente.


La asignatura pendiente del sistema educativo es la detección e intervención de altas capacidades. Es una gran pérdida (social, económica, emocional y psicológica) no contar con los recursos suficientes para encontrar y saber motivar a este tipo de alumnado, que, sin lugar a dudas, tienen también necesidades educativas especiales. Al no dotar de herramientas útiles a estos niños y niñas nos podemos encontrar con fracaso escolar, problemas emocionales, desmotivación, etc...

 Según el Ministerio de Educación menos de un 1% están diagnosticados como tal, por lo que además de desaprovechar una cantidad de talento considerable (que evidentemente repercute en la calidad del recurso más valioso que tenemos: el recurso humano) estamos privando a este alumnado de desarrollar su potencial, con todas las consecuencias que esto acarrea, tal y como promueve  la Ley Orgánica 10/2002, de 23 de diciembre, de Calidad de la Educación, establece en su artículo 43 que los alumnos superdotados intelectualmente serán objeto de una atención específica por parte de las Administraciones Educativas, disponiendo a su vez que con el fin de dar una respuesta educativa a estos alumnos, las Administraciones Educativas adoptarán las medidas necesarias para identificar y evaluar de forma temprana sus necesidades. Este principio conlleva la necesidad de que la Administración Educativa reconozca y acepte las diferencias del alumnado y, en función de su diversidad, planifique la respuesta educativa en el contexto de una enseñanza comprensiva y permeable a las necesidades, posibilidades y capacidades de cada uno. Para los alumnos superdotados intelectualmente no resulta fácil organizar una respuesta educativa adaptada. Por ello, en virtud del derecho a la educación, los poderes públicos, y de forma especial la Administración Educativa, deben promover las actuaciones necesarias para garantizar su atención en condiciones de igualdad y no discriminación.