Autoconocimiento


El autoconocimiento es un proceso introspectivo que nos permite ahondar en quién, qué o cómo somos. 






Si te conoces sabes cuales son tus deseos, carácter, anhelos, metas vitales, emociones... que a última instancia son el impulso que te mueven para que actúes como actúas.
 Si te conoces sabes qué te gusta o disgusta y eres capaz de encontrar el punto exacto en el que se dispara una emoción, estableces el vínculo entre tus sentimientos y lo que piensas, haces o dices.
 Si te conoces puedes gestionar esa emoción y llevarla hacia donde quieres, hacia el sitio más idóneo para conseguir tus metas.
Si te conoces sabes reconocer el efecto que tus emociones tienen sobre tí mism@ y en cómo haces las cosas.
Si te conoces es más fácil conocer a los demás y a su vez, manejar sus emociones de una forma efectiva.
Si te conoces es más fácil que aprendas de la experiencia ya que entiendes qué puntos son los fallados.
Si te conoces puedes afrontar con confianza las opiniones de los demás y aceptarlas o desecharlas
según consideres.
Si te conoces tienes un juicio realista respecto a tus debilidades y fortalezas y a partir de ahí, cambiarlo si quieres.
Si te conoces es más fácil que te aceptes. Si te aceptas es probable que te respetes pues entiendes que haces las cosas de la mejor manera que sabes. Si te respetas te ganas a ti y eso nada ni nadie te lo puede arrebatar.

Errores comunes

- Pensar que a cierta edad ya te conoces del todo: El ser humano (¡gracias a las diosas!) cambiamos durante todo el ciclo vital. No sólo en cuanto a objetivos o ideas, también ciertas características de personalidad. Hay quien se queda con la idea de quien es por lo que le dijeron en la escuela...

- Evitar: -¿Y si no me gusto? - se pregunta Felipe. Mirar dentro a veces duele, tanto que somos capaces de pasarnos la vida sin conocernos en absoluto, negando una parte que también somos y que si no aceptamos, sí que es inmodificable.

- Coherencia a toda costa: Tenemos un concepto equivocado sobre la coherencia en nuestro comportamiento ya que consideramos que tenemos que ser siempre como somos. Evidentemente ni todos los días eres de una manera inamovible, ni en todas las situaciones actúas igual. Entender que somos un continuo, más que un polo, es la forma más sana de comenzar a conocerse.

¿Me conozco?


Este es un ejercicio clásico de autoconocimiento en el que dando el inicio, se pretende que la persona complete la frase. Si me permites, te daría el consejo de que lo hagas en un ambiente calmado y, a poder ser, en soledad. Además, puede ser un juego divertido en el que un grupo de personas contestéis las preguntas y el resto tiene que adivinar... Por supuesto, lo que pongas en ambos casos no tiene que ser lo mismo... ¿Te atreves?



No hay comentarios:

Publicar un comentario