La verdadera historia de la Bella Durmiente
"Se acercó temblando y, maravillado, se arrodilló junto a ella. Entonces, como había llegado el fin del hechizo, la Princesa despertó; y, mirándolo con ojos más tiernos de lo que una primera mirada puede permitir, dijo:
-¿Sois vos, Príncipe mío? -le dijo ella-. Os habeis hecho esperar mucho tiempo. "
A la Bella Durmiente no la salvó de su hechizo el beso del príncipe, simplemente pasaron los 100 años que duraba, sólo se despertó cuando pasaron. ¿Por qué creo que ésto es tan importante como para dedicar un post? Pues porque en el imaginario colectivo de la sociedad occidental existe la idea de que "alguien" vendrá para salvarnos... y cometemos verdaderas locuras para encontrarlo y retenerlo a nuestro lado. Y eso no es así. El proceso de curación, de salvación está en nostr@s. Somos los que tenemos que buscar las soluciones, sin esperar que el "ser amado" nos quite la tristeza, el sentimiento de vacío o el sinsentido que la vida es.
Si estás pasando por una mala racha, llénate contigo, no esperes que un príncipe te salve. Pues como la Bella Durmiente sólo te despertarás cuando sea tu tiempo. Ningún beso es mágico.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Muy bueno. Stoy de acuerdo. Cada cosa tiene su tiempo
ResponderEliminar