¿Me conozco?



Si te conoces sabes cuales son tus deseos, carácter, anhelos, metas vitales, emociones... que a última instancia son el impulso que te mueven para que actúes como actúas.
 Si te conoces sabes qué te gusta o disgusta y eres capaz de encontrar el punto exacto en el que se dispara una emoción, estableces el vínculo entre tus sentimientos y lo que piensas, haces o dices.
 Si te conoces puedes gestionar esa emoción y llevarla hacia donde quieres, hacia el sitio más idóneo para conseguir tus metas.
Si te conoces sabes reconocer el efecto que tus emociones tienen sobre tí mism@ y en cómo haces las cosas.
Si te conoces es más fácil conocer a los demás y a su vez, manejar sus emociones de una forma efectiva.
Si te conoces es más fácil que aprendas de la experiencia ya que entiendes qué puntos son los fallados.
Si te conoces puedes afrontar con confianza las opiniones de los demás y aceptarlas o desecharlas según consideres.
Si te conoces tienes un juicio realista respecto a tus debilidades y fortalezas y a partir de ahí, cambiarlo si quieres.
Si te conoces es más fácil que te aceptes. Si te aceptas es probable que te respetes pues entiendes que haces las cosas de la mejor manera que sabes. Si te respetas te ganas a ti y eso nada ni nadie te lo puede arrebatar.


“La clave para gestionar a otros de manera efectiva es manejarse uno mismo primero. Cuanto más conoces de ti mismo, más puedes relacionarte con los demás, desde una posición de confianza, seguridad en uno mismo y fortaleza” - Weisinger.







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