No recaigo, sólo caigo.








Quienes estén o hayan estado en algún tipo de tratamiento psicológico van a entender enseguida mis palabras... A veces, en el camino largo y complejo de una rehabilitación psicológica (ya sea por problemas emocionales, por adicciones, o simplemente con técnicas de estudio) existen momentos que volvemos al punto inicial, es decir, en el que tenemos una "recaída". El cerebro, que es muy tirano por norma general, empieza  a mandarnos mensajes tipo "total, que más da, si ya te has bebido una copa, bébete otra"  "Si ayer no fuiste a clase, no vayas hoy tampoco"  Y, trágicamente, volvemos a adoptar las conductas pre-cambio. Por eso a mí me gusta denominar a estos episodios (inevitables, por cierto) como "caídas" ya que éstas implican la ocurrencia del episodio una sola vez sin repetir el repertorio una y otra vez. Así, cuando "caigamos", decirnos que sólo ha sido por esa vez, y que no volverá a pasar.


Si le ocurre una caída  lo que debe hacer es:
  1. Deténgase, obsérvese y escúchese.
  2. Tranquilícese; no dé rienda suelta a sus pensamientos y sentimientos negativos por este incidente.
  3. Renueve su compromiso de cambio.
  4. Revise la situación que le ha llevado a la conducta.
  5. Haga un plan para recuperarse inmediatamente.
  6. Pida ayuda, si ve que la precisa. Si cree que no puede superar por sí mism@ su problema, otr@s podrán ayudarle eficazmente.

"De todo quedaron tres cosas: La certeza de que estaba siempre comenzando. La certeza de que había que seguir. Y la certeza de que sería interrumpido antes de terminar... Hacer de la interrupción un camino nuevo. Hacer de la caída un paso de danza. Del miedo una escalera. Del sueño un puente. De la búsqueda un encuentro..."

 Fernando Pessoa

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