"No hay nada en el mundo que capacite tanto a una persona para sobreponerse a las dificultades externas y a las limitaciones internas, como la consciencia de tener una tarea en la vida."
Viktor Frankl,1942, en el campo de concentración de Theresienstadt.
Mafalda |
No tenía que ver con la fortaleza física, ni con la profesión o el estatus previo, era algo más íntimo: la creencia que su vida tenía que servir para algo. Que valía la pena seguir. En sus propias palabras:
"Quien tiene un por qué para vivir siempre encontrará el cómo"
¿Qué por qué tienes para vivir?
Esta es una pregunta tan íntima que nadie puede responderla por ti. Cada persona tiene una una escala de valores y espera algo diferente de la vida. Lo importante es conocerse y saber cuales son tus prioridades, porque en ocasiones, nos confundimos, y eso puede llevar a frustrarnos.
Os pongo un ejemplo.
Una vez, intentando establecer objetivos con una paciente, me dijo que es que ella nunca conseguía lo que se proponía.
- ¿Qué es lo que más deseas?- Pregunté.
- Tener una finca con caballos. Pero no tengo dinero,
- Pero el dinero no es un problema... por ejemplo,vende droga. Así conseguirás el dinero.
- ¡¡¡Cómo voy a vender droga!!! Estoy en contra de las drogas, hacen daño a la gente y podría terminar en la cárcel.
- Pero si realmente deseas los caballos, si es lo que más quieres del mundo... no debería importarte vender droga...
- Pero mi moral me lo impide.
- Entonces... lo más importante para ti es ser consecuente con tu sistema de valores. También la libertad. No tener una finca con caballos.
Este caso, aunque extremo, es real. Lo que quiero decir es que en ocasiones pensamos que no conseguimos nuestros objetivos, pero si miramos en el fondo, quizá estemos actuando en consonancia con los mismos.
Una vez sepamos qué es importante para nosotras, lo siguiente es saber qué queremos cambiar. Qué nos proponemos.
Una forma eficaz de establecer objetivos personales es a través del método SMART.
Este método lo que viene a decirnos es que tenemos que definir los objetivos de forma clara (debe ser específico) que pueda cuantificarse, que se pueda conseguir en un tiempo determinado y relevante para nuestra vida.
No vale con marcarnos como objetivo "cambiar el mundo" o "ser más feliz", aunque sea nuestra meta, hay que especificar qué plan de acción me llevará a conseguirlo.
En muchas ocasiones no hemos conseguido lo que queríamos porque no nos hemos planteado bien el camino, o bien lo que nos hemos propuesto era poco realista o demasiado vago. Así sólo aumentamos la frustración y nuestra sensación de incapacidad. Marcar un gran objetivo, que de sentido a nuestra vida, dividido en pequeños planes bien definidos y acotados en el tiempo. Ese es el quid de la cuestión.
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