I CAN'T GET NO SATISFACTION


I can't get no satisfaction, 
I can't get no satisfaction 
Because I try and I try and I try and I try 
I can't get no, I can't get no

Rolling Stones



¿Te suena?

Insatisfacción crónica

Quién no lo ha intentado una y otra vez y no lo ha conseguido como dicen los Rolling... Y es que hay gente que se siente insatisfecha siempre, tenga lo que tenga, pase lo que pase, consiga lo que consiga. 


En primer lugar hay que diferenciar la insatisfacción puntual, objetiva y enmarcada en un ámbito de nuestra vida de la que denominamos crónica. Sentir insatisfacción en un aspecto concreto en un momento dado puede ser, incluso, positivo, ya que nos motiva a cambiar. La insatisfacción crónica, en cambio, es una sensación persistente de falta de plenitud y realización debido, en su mayor parte, a la distancia imaginaria entre tu yo ideal y tu yo presente.
En otras palabras: lo que crees que deberías ser está tan alejado de lo que crees que eres que generas cantidades ingentes de frustración. Nunca sientes que es suficiente, siempre crees que podrías haber llegado más lejos, nunca eres feliz. Siempre tienes la sensación de que tiene que haber algo más.

¿Y qué hago si nunca estoy satisfecha?

Sentir insatisfacción constante es una mierda, lo sé por experiencia. Sientes que nunca vas a poder ser feliz, porque te conoces, y sabes que cuando consigas la meta propuesta (si es que la consigues) enseguida encontrarás otra necesidad, un más difícil todavía. 
Querer cambiar es el principio del camino, y, aunque cada cual tiene el suyo, te dejo algunas líneas de salida:

- Conócete. Reflexiona acerca de las cosas que te generan genuina satisfacción. Puede que no tenga que ver con lo que has estudiado, o con lo que "deberías" (odio los deberías) hacer. Piensa en las cosas que te hacen entrar en estado de flow. Cuantas más cosas mejor. En ocasiones el problema es que empleamos mucho tiempo en actividades que realmente no nos hacen sentir plenitud. Os pongo un ejemplo personal:
A mí hacer ejercicio no me provoca ninguna emoción positiva. Lo hago porque sé que es bueno para mi salud, pero no me siento mejor haciéndolo, ni me engancha, ni nada. Las pasadas Navidades me regalaron una pulsera de esas que te cuentan los pasos, km recorridos, etc. No veáis lo que me motiva. Ahora salgo a correr sólo porque quiero ver en la pulserita cómo me supero a mí misma. He encontrado la forma de que algo que no me gusta me satisfaga. Conociéndome sé que funciono mejor cuando me planteo metas a corto plazo.

- Acepta la realidad. Acepta quién eres y no quien querrías ser. Esto jamás implica que te conformes, sólo que no te fustigues con un ideal, que como su propia palabra indica, es inalcanzable. Proponte metas realistas y divídelas en sub-metas. Celebra lo que consigues sin minimizar tus logros.

- Intenta fomentar todas las áreas vitales que sean importantes para ti. Así, siempre habrá más de una red en la caerte.

- Disfruta de las pequeñas cosas. Cada vez que mi madre me decía ésto me daban ganas de salir dando un portazo, pero, como cuando insiste en que me lleve un abrigo, lleva razón. Las personas que se sienten siempre insatisfechas acostumbran a focalizar la atención en lo negativo de las situaciones, en lo que falta. La atención es como un músculo, cuanto más la dirijas a las cosas "buenas", tendrás más capacidad de verlas en el futuro. 

- No te compares. La sociedad en la que vivimos genera necesidades que realmente no tenemos. Debido a las redes sociales, estamos siempre en contacto con el mundo, comparando imágenes (que no realidades) de los demás con nosotras mismas. 

- Vive el presente. No esperes que algo tenga que cambiar para empezar a ser feliz. Aplazamos la felicidad al momento en el que terminemos la carrera, cuando consigamos un trabajo, cuando me aumenten el sueldo, cuando tenga una hija... Y así, vamos viviendo en el futuro, esperando el momento idóneo para sentirnos plenas, y, desde ya te lo digo, el momento perfecto para ser feliz no existe.


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