Ser feliz después de los 30


Leo el otro día un articulo descorazonador: A partir de los 30 la gente casi nos escuchamos música nueva, es decir, nos quedamos escuchando en bucle canciones que ya conocíamos, que nos gustaron durante nuestra adolescencia y juventud. Y no es cuestión que ya no se haga música buena (aunque todas la generaciones creamos que es así) es que las emociones que nos hacían sentir ciertas
canciones en estas etapas vitales no pueden ser replicadas en la adultez: No es la música, eres tú.

Durante la adolescencia todo es emocionante y perturbador y la música es el medio perfecto para expresarse. La memoria emocional, la más potente de todas, se llenó durante esa época de canciones que hoy nos recuerdan lo que quizá pensamos que fueron tiempos mejores. A partir de los 30, por norma general (y debido a lo que la sociedad espera de ti) las cosas se vuelven más aburridas, las responsabilidades crecen y el cansancio llega. Es difícil que algún plan te emocione de la forma que cualquier cosa te fascinaba antes, el nivel de entusiasmo disminuye...
entonces ¿es posible ser feliz más allá de los 30?


The Awkward Yeti

Ser feliz en la adultez ¿misión imposible?

Hablo con la gente que me rodea, ya bien entrada en la treintena, y, aunque se consideran felices, satisfechas, admiten que no disfrutan de las cosas tanto como antes. La falta de tiempo, el agotamiento con el que se llega a final del día o los no debería, suelen ser las causas más comunes. Siempre nos dejamos para después, ponemos las búsqueda del placer, la felicidad de una misma, en el último peldaño del día o al final de la lista de recursos. Si bien es cierto que es un poco más complicado encontrar cosas por las que apasionarse una vez llegamos a cierta edad, no es imposible.

1) Busca, busca y busca hasta que encuentres algo que te encante hacer. Lo que sea, sólo porque sí, aunque sea "inútil". Encontrar una motivación más allá de la cotidianidad incrementa los niveles de felicidad.

2) A quién le importa lo que yo haga. El padre de una amiga, médico, con tres hijas, decidió estudiar música cuando éstas ya eran mayores. Iba a solfeo con criaturas de 6-7 años. Conozco muchísima gente que no lo haría sólo por prejuicios, por eso de qué van a pensar de mí... Si esa gente no tiene la capacidad de hacerte feliz, ¿por qué tiene la capacidad de hacerte infeliz sólo por lo que puedan pensar? En serio, aporta o aparta.

3) Tiempo... ese tesoro. Hoy en día que el tiempo siempre nos viene corto encontrar un rato es más difícil que encontrar oro aún así, tenemos que poner el disfrute, la felicidad como prioridad, tanto como comer o trabajar y organizarnos el tiempo alrededor.

4) No tengas miedo a las cosas nuevas. Conocer gente, aprender un nuevo idioma, viajar a un país desconocido... pueden ser actividades que te emocionen. En muchas ocasiones el problema de la adultez es que hacemos siempre lo mismo, de la misma manera, por lo que nuestro cuerpo (y emociones) tienden a acostumbrarse y por lo tanto no nos genera el mismo "subidón". Hacer cosas nuevas que nos gusten puede devolvernos las mariposas del estómago, la intensidad necesaria para queramos escuchar nuevas canciones.

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